La XXIX Cumbre Iberoamericana, celebrada en Cuenca, Ecuador, se convirtió este viernes en el escenario de un tenso intercambio verbal entre las delegaciones de Cuba y Argentina. Durante la sesión plenaria, Rodolfo Benítez, representante cubano, acusó al gobierno del presidente argentino Javier Milei de intentar “reventar la cumbre”.
Por su parte, el embajador argentino Eduardo Acevedo respondió señalando que Cuba es responsable de “violar los derechos humanos”.
Acusaciones cruzadas
Benítez denunció que Argentina, al negar el cambio climático y los derechos de las mujeres e indígenas, buscaba sabotear el encuentro, aunque afirmó que esa estrategia fracasó al quedar aislada de una declaración conjunta firmada por los demás países. En su réplica, Acevedo sostuvo que el gobierno argentino no tolerará violaciones al Estado de Derecho y que Cuba debe “recuperar la democracia y respetar los derechos humanos y libertades de sus ciudadanos”.
El conflicto surgió durante la negociación de la declaración final de la cumbre. Argentina rechazó consensuar temas relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), equidad de género y cambio climático. A su vez, Cuba se negó a respaldar un texto que no incluyera una condena al bloqueo estadounidense.
Posturas irreconciliables
El representante cubano acusó a la delegación argentina de defender el bloqueo y utilizar “discursos de odio” subordinados a los intereses de Washington. Sin embargo, según Benítez, Argentina quedó aislada y excluida del comunicado conjunto que refleja las posturas históricas de los países iberoamericanos.
Acevedo respondió con un refrán: “Ladran, Sancho, señal que cabalgamos”, y afirmó que Argentina estaba dispuesta a aprobar casi todos los párrafos del documento, excepto aquellos que consideraba problemáticos. También reiteró críticas hacia los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, cuestionando su historial de derechos humanos.
Futuro de las cumbres en riesgo
El conflicto dejó patente las tensiones en torno a la relevancia y eficacia de la Cumbre Iberoamericana. Mientras Cuba pidió respetar el “acervo histórico” del foro, alertando contra posturas que socavan su continuidad, el canciller panameño Javier Martínez-Acha sugirió que las futuras cumbres deberían permitir avanzar en consensos mayoritarios dejando las disidencias reflejadas en notas al pie.
Contexto y antecedentes
Este episodio se suma a otros desacuerdos recientes del gobierno argentino en foros internacionales. Durante la COP29 sobre cambio climático, la delegación de Milei abandonó las negociaciones tras rechazar lo que calificó como “teorías del marxismo cultural”.
La falta de consenso en la cumbre de Cuenca y las críticas mutuas entre Cuba y Argentina reflejan profundas divisiones ideológicas que podrían complicar la colaboración regional en el futuro.