Un caos. Así califican dueños de negocios privados el tope de precios que el régimen impone a este sector en Cuba. Uno de sus efectos es los pocos clientes por un descenso de la calidad en lo que venden.
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SUSCRIBITEUn caos. Así califican dueños de negocios privados el tope de precios que el régimen impone a este sector en Cuba. Uno de sus efectos es los pocos clientes por un descenso de la calidad en lo que venden.
Aunque un sector de la población cubana dice beneficiarse de ese tope de precios, lo cierto es que las regulaciones impuestas hacen que cuentapropistas sientan que trabajan para el estado y no como privados.
Una de las críticas de los cuentapropistas y pobladores en Cuba a este tope de precios es que se pierden aún más los productos y otros corren el riesgo de escasear en algunas provincias para las festividades de fin de año.
Las regulaciones de precios impuestas por el régimen prohibieron, por ejemplo, la venta de arroz en mercados agropecuarios de la provincia pinareña que siempre tenían este producto esencial en la mesa del cubano.
Con el tope de precios a los negocios privados y empresas estatales en Cuba, el régimen reforzó mucho más su control sobre ellos. Incluso, llamó a los pobladores a que denunciaran a los supuestos violadores.
Es que incapaz de garantizar con su economía centralizada una oferta estable y abundante de productos en Cuba, al régimen echa mando incluso hasta de la policía para controlar cuántos huevos se venden por persona.
FUENTE: Rolando Nápoles / América Tevé
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