El Gobierno cubano ha decidido prorrogar nuevamente, hasta el 31 de enero de 2025, la medida que permite la importación no comercial de alimentos, productos de aseo, medicamentos e insumos médicos como equipaje acompañado, sin la necesidad de pagar impuestos aduaneros.
Esta política fue implementada por primera vez en respuesta a las demandas de la población antes de las masivas protestas de julio de 2021.
La Resolución 311, emitida por el Ministerio de Finanzas y Precios y publicada en la Gaceta Oficial de Cuba, establece que esta exención seguirá vigente con un límite de 500 dólares estadounidenses en valor total y un máximo de 50 kilogramos por persona, según las normas de la Aduana General de la República.
Asimismo, se mantendrá el aumento del valor permitido para las importaciones no comerciales realizadas mediante envíos, también fijado en 500 dólares.
Además, los primeros 30 dólares o su equivalente en peso, hasta 3 kg, estarán exentos del impuesto aduanero, aplicándose una tarifa arancelaria del 30% solo al exceso de esa cantidad.
Para los alimentos, productos de aseo, medicamentos e insumos importados a través de envíos aéreos, marítimos y postales, se permite un límite de 200 dólares o un peso de hasta 20 kilogramos.
La normativa también señala que estos productos deberán presentarse en paquetes separados del resto del equipaje al llegar a la aduana para beneficiarse de la exención.
Esta medida, que entrará en vigor el 1 de octubre de 2024, es una extensión de la política original aprobada en julio de 2021, poco después de las históricas protestas antigubernamentales conocidas como el 11J.
Inicialmente, la exención de aranceles aplicaba únicamente a alimentos y medicamentos, pero en junio de 2023 se ampliaron los beneficios para incluir medicamentos e insumos médicos relacionados con el cuidado de personas encamadas, así como plantas eléctricas, muy demandadas debido a los frecuentes apagones en la isla.
A más de tres años de la implementación de esta política, las autoridades cubanas aún no han logrado resolver la crisis de desabastecimiento que motivó su aprobación.
De hecho, la situación ha empeorado, con la escasez de combustible y los prolongados cortes eléctricos afectando gravemente la vida cotidiana de los cubanos.
La extensión de esta medida refleja la incapacidad del Gobierno para abastecer de productos básicos a la población, mientras persisten los problemas estructurales que llevaron a las protestas de 2021.
Aunque la exención temporal de impuestos alivia en parte las dificultades, el desabastecimiento continúa afectando gravemente a la isla.