El país de África Occidental fue consultado sobre si aceptaría a no ciudadanos expulsados por Estados Unidos, además de sus propios nacionales, afirmó el jueves el ministro de Relaciones Exteriores, Karamoko Jean-Marie Traoré, en la televisión nacional.
"Naturalmente, esta propuesta, que consideramos indecente en su momento, es totalmente contraria al valor de la dignidad que forma parte de la esencia misma de la visión del capitán Ibrahim Traoré", expresó, refiriéndose al gobernante militar del país.
El comentario se produjo solo unas horas después de que la embajada de Estados Unidos en la capital, Uagadugú, suspendiera la mayoría de los servicios de visado para los residentes de Burkina Faso, redirigiendo las solicitudes a su embajada en el vecino Togo. La embajada no dio una razón para la medida.
Citando una nota diplomática de Estados Unidos que acusa a los nacionales burkineses de no cumplir con las reglas de uso de visados, Karamoko Jean-Marie Traoré calificó la medida como una posible "táctica de presión" y dijo: "Burkina Faso es una tierra de dignidad, no de deportación".
Ni la embajada estadounidense en Uagadugú ni el Departamento de Seguridad Nacional respondieron a una solicitud de comentarios.
Más de 40 deportados han sido enviados a África desde julio después de que la administración Trump alcanzara acuerdos en gran parte secretos con al menos cinco naciones africanas para aceptar migrantes bajo un nuevo programa de deportación a terceros países. Grupos de derechos humanos y otros han protestado contra el programa.
Estados Unidos ha enviado deportados a Esuatini, Sudán del Sur, Ruanda y Ghana. También tiene un acuerdo con Uganda, aunque no se han anunciado deportaciones allí.
Seis deportados están aún detenidos en una instalación no especificada en Sudán del Sur, mientras que Ruanda no ha dicho dónde está reteniendo a siete deportados. Once de los 14 deportados enviados a Ghana el mes pasado demandaron al gobierno allí por mantenerlos en lo que describieron como condiciones terribles en un campamento militar en las afueras de la capital, Acra.
Human Rights Watch declaró el mes pasado que la administración Trump ofreció incentivos financieros a algunos países africanos para aceptar deportados. Añadió que revisó acuerdos escritos que muestran que Esuatini recibirá 5,1 millones de dólares en financiamiento de Estados Unidos para la gestión de migración y fronteras, mientras que Ruanda recibirá 7,5 millones de dólares.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
FUENTE: Associated Press