El presidente Donald Trump aseguró este miércoles que logró convencer a la multinacional de refrescos para reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) por azúcar de caña real en su bebida más icónica vendida dentro del país.
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SUSCRIBITE¿Regresará la Coca-Cola de Estados Unidos a su sabor “original”?
El presidente Donald Trump aseguró este miércoles que logró convencer a la multinacional de refrescos para reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) por azúcar de caña real en su bebida más icónica vendida dentro del país.
Sin embargo, la propia Coca-Cola salió al paso y defendió la fórmula que utiliza desde hace décadas, avivando así un debate que mezcla nutrición, política y economía agrícola.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, Trump afirmó: “He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña REAL en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido. Quiero agradecer a todas las autoridades de Coca-Cola. Será una muy buena decisión. ¡Es simplemente mejor!”.
La declaración del presidente generó revuelo inmediato, ya que cambiar el endulzante principal alinearía la Coca-Cola estadounidense con la versión que se comercializa en países como México o Australia, donde se fabrica tradicionalmente con azúcar de caña. No obstante, este cambio no afectaría a la favorita personal de Trump, la Coca-Cola Light, que se endulza con aspartamo.
Coca-Cola responde: “No hay nada malo con nuestro jarabe de maíz”
Tras el anuncio, Coca-Cola emitió primero un breve comunicado agradeciendo el “entusiasmo del presidente Trump” y prometiendo “ofertas innovadoras” dentro de su portafolio.
Pero ante la polémica, la compañía lanzó una respuesta más firme defendiendo el JMAF: “El nombre suena complejo, pero el jarabe de maíz de alta fructosa es un edulcorante hecho de maíz. Es seguro y el cuerpo lo metaboliza igual que el azúcar de mesa”, detallaron, recordando que la Asociación Médica Estadounidense (AMA) respalda su uso y descarta que contribuya a la obesidad más que otros azúcares.
La defensa del jarabe de maíz no es casual. El ingrediente ha sido foco de intensos debates, especialmente desde que Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud, lo señalara en su campaña “Make America Healthy Again”.
Impactos económicos y agrícolas
El tema no es menor para la industria agrícola de EE.UU.. Productores de maíz temen que reemplazar el JMAF por azúcar de caña afecte miles de empleos. El presidente de la Asociación de Refinadores de Maíz, John Bode, advirtió: “Esto costaría empleos, reduciría ingresos agrícolas y aumentaría las importaciones de azúcar extranjera, sin beneficios nutricionales reales”.
Curiosamente, Coca-Cola ya complace desde hace años a quienes prefieren el sabor de la azúcar de caña, importando botellas de Coca-Cola Mexicana en su icónica presentación de vidrio, que se venden a precios más altos en supermercados estadounidenses.
La pasión de Trump por la Coca-Cola Light
La relación de Trump con Coca-Cola no es nueva. Durante su mandato, instaló un famoso “botón rojo” en el escritorio de la Oficina Oval para pedir una Coca-Cola Light en cualquier momento. Reportes de The New York Times revelaron que llegaba a beber hasta 12 latas diarias.
¿Volverá la fórmula “original”?
De concretarse, el cambio afectaría directamente al mercado de bebidas de 285.000 millones de dólares en EE.UU. Por ahora, sin embargo, no hay confirmación oficial de que Coca-Cola altere su receta y la empresa insiste en mantener su fórmula vigente.
Mientras tanto, el debate seguirá entre la nostalgia por la “Coca-Cola original”, los intereses económicos de la agroindustria y la campaña de Trump por “hacer América grande… y más dulce otra vez”.
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