Washington / Teherán — En un hecho sin precedentes desde el inicio de la guerra entre Irán e Israel el 13 de junio, Estados Unidos llevó a cabo el pasado 22 de junio de 2025, una operación militar bautizada como Operation Midnight Hammer, que involucró ataques aéreos y marítimos contra tres principales instalaciones nucleares iraníes: las plantas de enriquecimiento de uranio en Fordow y Natanz, así como el Centro de Tecnología Nuclear en Esfahán
Según confirmaron altos mandos del Pentágono en una rueda de prensa el domingo, la misión involucró bombarderos Northrop B2 Spirit cargados con al menos un MOP ("Massive Ordnance Penetrator", bomba de penetración profunda), con 12 bombas lanzadas sobre Fordow y 2 sobre Natanz, mientras que submarinos estadounidenses dispararon más de 30 misiles de crucero Tomahawk contra Natanz e Isfahán
La operación combinó un innovador ejercicio de engaño, en que parte de los B2 sobrevolaron el Pacífico para despistar, mientras que otro grupo se dirigió sin previo aviso sobre Irán, entrando discretamente en espacio aéreo enemigo wsj.com. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, calificó el ataque como un “éxito militar increíble y abrumador”, afirmando que solo se alcanzaron objetivos nucleares y no hubo bajas civiles ni entre tropas iraníes
El presidente Trump aseguró en un mensaje que las plantas habían quedado “completamente y totalmente obliteradas”
Desde Teherán, la respuesta no se hizo esperar. El ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, denunció que el ataque se produjo "en medio de negociaciones nucleares" y consideró que Washington demostraba no creer en la diplomacia
Además, Irán advirtió de posibles represalias, con lanzamientos de misiles hacia objetivos en Israel, aunque aún sin cifras confirmadas de víctimas.
La comunidad internacional reaccionó con alarma. Naciones como Rusia y China condenaron lo que consideran una violación del derecho internacional, mientras que Europa pidió desescalada y retorno urgente a las conversaciones diplomáticas
La ONU, incluyendo al Secretario General, alertó sobre el riesgo de escalada regional, advirtiendo que la confrontación podría desencadenar repercusiones económicas y humanitarias a gran escala .
De acuerdo con registros oficiales, este ataque estadounidense representa la intervención extranjera directa más significativa dentro del territorio iraní en décadas, marcado por la precisión tecnológica y la coordinación interarmas