La proclamación de Trump fue el intento más reciente de su gobierno republicano para obstaculizar el acceso de la universidad más antigua y rica del país a una cuarta parte de su alumnado, que representa gran parte de la investigación y las becas de Harvard.
Es la segunda vez en un mes que los estudiantes extranjeros entrantes de Harvard han visto sus planes en peligro, solo para que un tribunal intervenga. Alan Wang, un joven de 22 años de China que planea comenzar un programa de posgrado en Harvard en agosto, dijo que ha sido una montaña rusa emocional.
"No puedo planear mi vida cuando todo sigue yendo y viniendo. Denme algo de certeza: ¿Puedo ir o no?", dijo Wang.
Wang nació y se crió en China, pero asistió a la escuela secundaria y la universidad en Estados Unidos. Ahora está en China de vacaciones de verano. Recientemente ha estado explorando opciones en países con políticas de inmigración más atractivas, incluidos Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Harvard presentó una impugnación jurídica el jueves, en el que solicitaba al juez que bloqueara la orden de Trump, calificándola de represalia ilegal por el rechazo de la institución a las demandas de la Casa Blanca. Harvard afirmó que el presidente estaba intentando eludir una orden judicial previa.
Unas horas más tarde, la jueza de distrito de Estados Unidos Allison Burroughs en Boston emitió una orden de restricción temporal contra la proclamación de Trump. Harvard, dijo, demostró que sufriría un "daño inmediato e irreparable" antes de que ella pudiera escuchar a las partes implicadas en la demanda.
Burroughs también extendió la suspensión temporal que impuso al intento previo del gobierno de terminar con la inscripción de estudiantes internacionales en Harvard. El mes pasado, el Departamento de Seguridad Nacional revocó la certificación de Harvard para acoger a alumnos extranjeros y emitir documentos para sus visas, una medida que Burroughs bloqueó también de forma temporal. La orden de Trump de esta semana invocó una autoridad legal diferente.
Se ha programado una audiencia judicial para el 16 de junio para decidir si la jueza extenderá el bloqueo a la proclamación de Trump.
Si la medida de Trump supera este recurso judicial, impediría la entrada a miles de estudiantes que tienen previsto acudir al campus de Harvard en Cambridge, Massachusetts, para los semestres de verano y otoño. También ordenaría al Departamento de Estado considerar la revocación de visas para los estudiantes de Harvard que ya están en Estados Unidos.
"Los más de 7.000 titulares de visas F-1 y J-1 de Harvard, y las personas a su cargo, se han convertido en peones en la creciente campaña de represalias del gobierno", afirmó Harvard el jueves en un documento judicial.
Mientras el caso judicial avanza, Harvard está elaborando planes de contingencia para que los estudiantes y profesores visitantes puedan continuar su trabajo en la universidad, dijo el presidente de la institución, Alan Garber, en un mensaje al campus y a los antiguos alumnos.
"Cada uno de nosotros forma parte de una comunidad universitaria verdaderamente global", afirmó Garber el jueves. "Sabemos que los beneficios de reunir a personas talentosas de todo el mundo son únicos e irremplazables."
La proclamación de Trump invocó una ley amplia que permite al presidente bloquear "cualquier clase de extranjeros" cuya entrada sería perjudicial para los intereses de Estados Unidos. Es la misma base para una nueva prohibición de viaje que bloquea a ciudadanos de 12 países y restringe el acceso para aquellos de otros siete.
En su impugnación, Harvard dijo que Trump se contradijo al plantear preocupaciones de seguridad sobre los estudiantes entrantes de Harvard mientras también decía que serían bienvenidos si asistieran a otras universidades de Estados Unidos.
"No solo esto socava cualquier reclamo de seguridad nacional relacionado con la entrada de estos individuos, sino que deja al descubierto el verdadero propósito de la Proclamación: castigar a Harvard como una institución desfavorecida", escribió la escuela.
Harvard ha atraído a un número cada vez mayor de las mentes más brillantes de todo el mundo y sus matriculaciones internacionales han pasado del 11% de su alumnado hace tres décadas, al 26% en la actualidad.
El aumento de las inscripciones internacionales ha hecho que Harvard y otras universidades de élite sean especialmente vulnerables a la ofensiva de Trump contra los estudiantes extranjeros. Los republicanos han tratado de forzar reformas en las principales universidades del país, que consideran focos de opiniones progresistas y antisemitas.
Garber afirma que la universidad ha realizado cambios para combatir el antisemitismo. Pero Harvard, agregó, no se desviará de sus "principios fundamentales, protegidos legalmente", ni siquiera tras recibir ultimátums federales.
El gobierno de Trump también ha tomado medidas para retener fondos federales a Harvard desde que rechazó las demandas de la Casa Blanca relacionadas con las protestas en sus campus, las admisiones, las contrataciones y más. La dotación de 53.000 millones de dólares de Harvard le permite soportar la pérdida de esos fondos durante un tiempo, aunque Garber ha advertido que se avecinan “decisiones difíciles y sacrificios”.
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La periodista de The Associated Press Chrissie Thompson en Spokane, Washington, contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
FUENTE: Associated Press