El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó su preocupación por la reciente decisión de Estados Unidos de revocar las licencias que permitían a empresas petroleras, incluida Chevron, operar en Venezuela. Según Petro, esta medida podría exacerbar la pobreza en el país vecino y, consecuentemente, aumentar los flujos migratorios hacia el norte.
En un mensaje publicado en su cuenta de X (anteriormente Twitter), Petro señaló: "Regresan a Venezuela a la pobreza y entre más pobreza en el sur, más migración al norte". Esta declaración se produce tras el anuncio de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de que, a partir del 3 de abril, quedarán prohibidas todas las operaciones vinculadas al petróleo venezolano realizadas por empresas estadounidenses, afectando directamente las actividades de Chevron en el país.
La medida representa un endurecimiento de las sanciones económicas contra el régimen de Nicolás Maduro, al que Washington acusa de violaciones de derechos humanos y de socavar la democracia. Sin embargo, la postura de Petro ha generado críticas, ya que Colombia también enfrenta una creciente crisis económica y social, con índices alarmantes de pobreza y una migración constante hacia otros destinos, incluidos Estados Unidos.
Analistas señalan que, aunque la preocupación de Petro por Venezuela es válida, debería enfocarse en resolver los problemas internos de Colombia. La afinidad del mandatario colombiano con el régimen de Maduro y su interés por intervenir en asuntos externos han sido temas recurrentes en su gestión, lo que ha generado debates sobre sus prioridades políticas.
La decisión de Estados Unidos de revocar la licencia de Chevron forma parte de una estrategia más amplia para aumentar la presión sobre el gobierno de Maduro. Esta acción podría tener consecuencias significativas en la economía venezolana, incrementando la inflación y dificultando aún más el control del tipo de cambio. Por su parte, el gobierno venezolano ha respondido anunciando el "Plan Independencia Productiva Absoluta" y promoviendo un nuevo lema de autosuficiencia nacional.
Mientras tanto, Colombia enfrenta desafíos internos que requieren atención urgente. La crisis económica, el aumento de la pobreza y la migración son problemas que demandan soluciones efectivas por parte del gobierno de Petro. La comunidad internacional observa con atención cómo ambos países navegan por sus respectivas crisis y cómo las decisiones políticas influirán en la estabilidad de la región.