El exboxeador cubano, ganador de dos medallas de oro olímpicas, tomó por sorpresa al mundo deportivo cuando ofreció vender su título dorado de Atenas 2004 a su oponente en esa histórica pelea, Amir Khan. Khan reveló en la red social X (antigua Twitter) que el precio de venta era de 5.000 dólares, pero decidió donar ese dinero al cubano con la promesa de que no se deshiciera de la preciada presea olímpica que se ganó sobre el ring. "Nunca aceptaría eso porque te lo ganaste", expresó el pugilista británico.
En una entrevista en talkSPORT Fight Night, Khan compartió el angustiante momento: Kindelán, deseando construir una casa para su madre en Cuba, ofreció su medalla olímpica de oro. "Me dolió cuando me decía que no tenía dinero", explicó Khan, quien obtuvo la medalla de plata en Atenas 2004.
El reportero deportivo Javier González aprovechó el incidente para señalar que esto refleja la situación precaria de los deportistas en Cuba. "Este es el futuro que aguarda a un doble campeón olímpico en la isla", advirtió González.
En abril, Kindelán informó que había emigrado a Bahréin para servir como entrenador, tras gestionarlo por cuenta propia. Desde allí, expresó su descontento con las autoridades deportivas cubanas, quienes le habían negado oportunidades en el extranjero después de su retiro del deporte activo.
A pesar de estos conflictos, Kindelán no ha olvidado sus raíces, y con su salario del Grappling Club en Bahréin, envió 20 pares de guantes a escuelas deportivas en su provincia natal.
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Mario Kindelán Mesa, nacido el 10 de agosto de 1971 en Santiago de Cuba, es uno de los boxeadores aficionados más destacados de Cuba y del mundo. Reconocido por su estilo técnico y estratégico en el ring, ha dejado una huella indeleble en la historia del boxeo amateur.
Este episodio también evoca otros casos de medallas olímpicas vendidas en subastas, como la de Jesse Owens, atleta estadounidense, cuya medalla de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 alcanzó más de 1.4 millones de dólares, siendo la más cara en la historia de las subastas olímpicas.