Un condado de Carolina del Norte —el cual incluye la ciudad de Asheville, en las montañas— reportó 30 muertos debido al paso de la tormenta, lo cual elevó el total de fallecimientos a cuando menos 84 personas en varios estados.
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SUSCRIBITEUn condado de Carolina del Norte —el cual incluye la ciudad de Asheville, en las montañas— reportó 30 muertos debido al paso de la tormenta, lo cual elevó el total de fallecimientos a cuando menos 84 personas en varios estados.
Las autoridades enviaron suministros vía aérea hacia toda la región alrededor de Asheville. La administradora del condado de Buncombe, Avril Pinder, prometió mandar a más tardar el lunes más agua y alimentos a la localidad, la cual es conocida por sus atracciones artísticas, culturales y naturales.
“Los escuchamos. Necesitamos alimentos y necesitamos agua”, declaró Pinder en una conferencia telefónica con la prensa el domingo. “Mi personal ha estado presentando todas las solicitudes de apoyo posibles al estado y hemos estado trabajando con todas las organizaciones que se han puesto en contacto. Lo que les prometo es que estamos muy cerca”.
La tormenta trastocó la vida en todo el sureste del país. También se reportaron decesos en Florida, Georgia, Carolina del Sur y Virginia.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, pronosticó que la cifra de muertos aumentaría a medida que rescatistas y otros trabajadores de emergencias lleguen a zonas que quedaron aisladas debido a los daños que sufrieron algunos caminos, la caída de infraestructura y las inundaciones generalizadas.
Pidió a los residentes del oeste de Carolina del Norte que eviten los desplazamientos, tanto por su propia seguridad y para mantener los caminos despejados para el paso de vehículos de emergencia. Más de 50 equipos de búsqueda se distribuyeron por toda la región con el fin de localizar a personas varadas.
Un total de 41 personas fueron rescatadas durante un solo operativo al norte de Asheville. Otra misión se concentró en salvar a un solo niño. Las cuadrillas localizaron a las personas a través de llamadas al número de emergencias 911 y por mensajes en redes sociales, indicó el general adjunto de la Guardia Nacional de Carolina del Norte, Todd Hunt.
El huracán Helene tocó tierra el jueves por la noche como una tormenta de categoría 4 en la región de Big Bend, en Florida, con vientos de 225 kilómetros por hora (140 millas por hora). Tras debilitarse, el meteoro atravesó Georgia y posteriormente llegó a las Carolinas y Tennessee, donde arrojó lluvias torrenciales que desbordaron ríos y arroyos y dejaron las presas al límite.
Se han registrado cientos de rescates acuáticos, incluido uno en el condado de Unicoi, en el este de Tennessee, donde decenas de pacientes y personal médico fueron retirados por helicóptero de la azotea de un hospital el viernes.
Varios millones de personas seguían sin electricidad el domingo en la tarde. El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, pidió paciencia debido a que las cuadrillas tenían que hacerse cargo de un gran número de postes caídos.
“Queremos que la población mantenga la calma. La ayuda va en camino, sólo tomará tiempo”, dijo McMaster a los reporteros reunidos afuera del aeropuerto en el condado de Aiken.
La tormenta causó las peores inundaciones en Carolina del Norte en un siglo. La comunidad de Spruce Pine recibió más de 61 centímetros (2 pies) de lluvia entre el martes y el sábado.
Jessica Drye Turner suplicaba desde Texas que alguien rescatara a sus familiares varados en la azotea de una vivienda en Asheville en medio de las crecientes inundaciones. “Están viendo como los camiones de carga y los coches pasan flotando”, escribió Turner en Facebook el viernes.
Pero en un mensaje de seguimiento el sábado, Turner indicó que la ayuda no llegó a tiempo para salvar a sus padres, ambos de más de 70 años, y su sobrino de 6 años. El techo se vino abajo y los tres se ahogaron.
“No encuentro palabras para expresar el dolor, el desconsuelo y la devastación por la que yo y mis hermanas estamos pasando”, escribió.
La zona occidental de Carolina del Norte quedó aislada por los deslaves y las inundaciones.
El estado envió agua, alimentos y otros suministros hacia el condado de Buncombe y Asheville, pero los deslaves que bloqueaban la autopista interestatal 40 y otras carreteras impidieron la llegada de la ayuda. Los propios suministros de agua del condado se encontraban al otro lado del río de Swannanoa, lejos de donde viven la mayoría de los 270.000 habitantes del condado, indicaron las autoridades.
Las autoridades elaboran planes para desplegar agentes a lugares que aún tenían agua, alimentos o gas debido a informes de discusiones y amenazas de violencia, indicó el jefe de la policía del condado.
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Whittle informó desde Portland, Maine, y Collins desde Columbia, Carolina del Sur. Los periodistas de The Associated Press Haya Panjwani, en Washington, y Kate Brumback, en Atlanta, contribuyeron a este despacho.
FUENTE: Associated Press
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