Luis Tiant, el icónico lanzador cubano, vuelve a ser nominado al Salón de la Fama del Béisbol tras su fallecimiento

A lo largo de su carrera de 19 años en las Grandes Ligas, jugó para los Indios de Cleveland, los Mellizos de Minnesota, los Yankees de Nueva York, los Piratas de Pittsburgh y los Ángeles de California. Sin embargo, su legado quedó marcado por sus años con los Medias Rojas de Boston (1971-1978), donde se destacó con su característico bigote de herradura y su estilo de lanzamiento único.

En 1975, su impresionante desempeño llevó al equipo a la Serie Mundial, una hazaña que muchos expertos creen pudo haber garantizado su entrada al Salón de la Fama en vida.

Entre sus logros, Tiant acumuló 229 victorias, 2,416 ponches y un promedio de efectividad de 3.30 en 3486.1 entradas lanzadas. Fue seleccionado en tres ocasiones para el Juego de Estrellas y también fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol de Herencia Hispana. Su histórica efectividad de 1.60 en 1968, junto con la de 1.12 de Bob Gibson en la Liga Nacional, influyó en la decisión de la MLB de reducir la altura del montículo para nivelar la competencia.

Pese a su reconocimiento en Estados Unidos, Tiant fue prácticamente excluido de la historia oficial del béisbol cubano durante años. El régimen cubano le prohibió la entrada al país por cuatro décadas, y no fue hasta 2007 que pudo regresar a su tierra natal. Sin mencionar su exclusión ni el veto que sufrió, la agencia estatal Prensa Latina cubrió su nueva nominación al Salón de la Fama y lamentó que haya sido “ignorado desde 1988” por los votantes de Cooperstown.

La historia de vida de Tiant fue capturada en el documental El hijo perdido de La Habana, de ESPN, donde expresó con nostalgia y resignación: “Y pudo haber sido todo tan diferente,” en referencia al exilio que lo mantuvo lejos de su familia y su país por tanto tiempo.