Ante la presencia policial que llegó a la Plaza Brasil de Iquique, 1.800 kilómetros al norte de Santiago, se escuchó a muchos entonar el himno nacional de Venezuela, pero ante la insistencia policial para que se marcharan del lugar algunos empezaron a forcejear con los agentes, lanzaron piedras y botellas. El coronel de la policía uniformada Andrés Arenas dijo que cinco migrantes fueron detenidos y que una agente fue golpeada con una botella en la cabeza.
“Esto es una recuperación de espacio público que nace de una resolución que emana en julio de la gobernación”, dijo Arenas a la prensa.
La plaza pública de Iquique, que fue declarada en riesgo sanitario, es ocupada desde hace meses por sucesivas familias, muchas con menores y bebés, que están a la espera de poder trasladarse a la capital chilena en busca de trabajo y vivienda.
La prensa local estima que el viernes había más de un centenar de familias y que la mayoría se retiró del lugar, aunque hacia media tarde decenas seguían resistiéndose a dejar la plaza.