En los primeros dos meses del 2023, el Departamento de la Familia recibió 529 referidos de envejecientes abandonados por sus familiares en hospitales de la Isla, una cifra que representa alta preocupación para el Departamento de la Familia y para las autoridades hospitalarias.
Según la administradora de la Administración de Familias y Niños (Adfan), Glenda Gerena, una vez intervienen con los casos, si no pueden localizar a familiares para que se hagan cargo del adulto mayor, el gobierno tiene que subvencionar su cuido, otro renglón que también ha estado en aumento.
“En 2017, habíamos trabajado 285 casos de abandono en los hospitales y los ubicamos (en hogares, luego del huracán María). Al día de hoy, en este año fiscal, hemos atendido 529 y solamente estamos en marzo. O sea, que la situación ha ido incrementando. Puedo decir que, de 2017 hasta 2018, fueron 285 y para el año fiscal 2018 al 2019, fueron 218 casos”, detalló la funcionaria.
Explicó que los informes de los trabajadores sociales de Familia reflejan que muchas veces estas personas llegan solos o en ambulancia a los hospitales. “Hay otros que son llevados por hijos y familiares, que los llevan y no regresan. Ha sido una situación constante y por eso, la atención holística no solamente recae en Familia. Debemos unirnos todas las agencias y los hospitales para ver cómo atendemos porque es un asunto serio lo que está pasando con los adultos mayores”, señaló Gerena, quien ayer participó en una vista pública de la Comisión de Bienestar Social y Asuntos de la Vejez del Senado.
En entrevista con EL VOCERO, el presidente de la Asociación de Hospitales, Jaime Plá Cortés, señaló que este problema lleva años y cada vez es más difícil porque hay más pacientes que son abandonados o no tienen un lugar donde vivir. Asimismo, indicó que como organización han propuesto que Familia tenga más recursos para atender estos casos y que se impongan penalidades a los familiares que abandonen a los adultos mayores.
“Eso es un asunto que venimos discutiendo hace mucho tiempo. Esto no es nuevo, lleva tiempo sucediendo que una vez las personas adultas mayores son dadas de alta del hospital, se hace muy difícil que se los lleven los familiares, o no tienen un familiar que lo busque o no tienen donde vivir y los dejan en el hospital. Entonces, al hospital se le hace difícil darlos de alta. Los hospitales tienen la función de rehabilitación, pero no de albergue”, mencionó.
El protocolo en los hospitales comienza cuando al paciente se le hace un plan de alta y notan la necesidad de que no tienen quién lo recoja. Cuando no aparece un familiar, la agencia empieza la investigación. “En ocasiones vamos a la corte para que le dé una orden a algún familiar para que lo pueda recoger. Pero a veces no aparece nadie. Entonces, el hospital interinamente asume la responsabilidad porque no puede tirar a la calle al paciente”, sostuvo Plá Cortés.
“Ya hay legislación suficiente”
En tanto, la gerontóloga clínica Minerva Gómez, opinó que la situación no se debe a una falta de política pública, sino a que hay que poner en función las herramientas que se tienen para que este problema de abandono sea una excepción y no se convierta en la norma, como está sucediendo.
“Ya hay legislación suficiente, como la Ley 121 del 2019, donde se tipifica como delito el abandono de adultos mayores. Es cuestión de mirar las herramientas que tenemos y ponerlas en función en aquellos casos de los que tienen familiares aptos para dar la continuidad de cuidados a los adultos mayores que salen del hospital”, apuntó.
De acuerdo con Gómez, también se deben unir esfuerzos, tanto de hospitales, gobierno y la sociedad, para atender esta situación que, dijo, nos afecta a todos.
“Es importante que como país miremos esta situación desde una acción proactiva y que podamos trabajar con herramientas útiles para atender este problema porque nos afecta a todos. Una cama que esté ocupada en un hospital por un paciente que ya haya resuelto sus condiciones de salud y que por la situación particular sociofamiliar no pueda salir del hospital, se queda ocupando una cama, es un lugar donde pacientes nuevos no tienen donde instalarse”, expuso.
Subvencionados por el gobierno
Entre tanto, la secretaria interina de Familia, Ciení Rodríguez Troche y Gerena expusieron durante la vista legislativa que la proyección de la agencia es que el perfil de adultos mayores en condiciones de fragilidad crecerá este año, lo cual desembocará en más casos cuyo cuido podría requerir subvención del gobierno.
“El promedio de los casos que nos están llegando desde el 2017 hasta ahora, estamos hablando de que estamos recibiendo cerca de 255 casos anuales adicionales que tienen que ser subvencionados por el departamento. Pero en el 2023, hablando de enero y febrero, ya tenemos 375 casos adicionales en comparación con el año pasado. Eso quiere decir que este año vamos a romper un récord de casos que nos llegarán para subvención en comparación con los pasados seis años”, destacó Rodríguez Troche.
La secretaria interina enfatizó que “tenemos que mirar el asunto de los adultos mayores y lo que está ocurriendo”. “Tenemos que empezar a añadir otras iniciativas que ayuden a este sector y a los adultos mayores, que pueden ser funcionales desde sus casas”, sostuvo.
Por su parte, Gerena dijo que la cantidad de adultos mayores subvencionados por Familia es mayor que la de los menores de edad cuyos cuidados son costeados por el estado.
“Para febrero de 2023, estamos subvencionando 4,894 adultos mayores versus 3,200 menores que tenemos bajo custodia del estado. Así que, tenemos más de 1,500 adultos mayores por encima, y relacionado al presupuesto tenemos $50 millones al año para los hogares de cuidado sustituto, y hemos tenido que hacer transferencia de otras áreas para poder atender otras áreas. Para que tengan una idea, en febrero ya hemos pagado $4.3 millones y si multiplicamos eso por 12 meses, pues ya sabemos que vamos a quedar por debajo”, agregó.
Las subvenciones que concede Familia a los ancianos para el pago de hogares son, en algunos casos, para cubrir la totalidad del cuido, pero en otros escenarios hay familiares que hacen su aportación económica y la agencia costea la parte restante del servicio, se indicó. Para los servicios a los adultos mayores, Familia depende de fondos estatales y para los casos de menores recibe asignaciones federales.
Ambas funcionarias reiteraron que necesitarán más presupuesto para atender el alto volumen de casos que reciben. No descartaron que sea una opción que se declare las necesidades de adultos mayores como un servicio esencial para acceder a más fondos.
“Si ya vamos por 375 adultos mayores y ese número continúa creciendo exponencialmente, estaríamos hablando de que este año nos entrarían 1,125 adultos mayores adicionales que en años anteriores. Me causa gran preocupación, porque además de pedir el presupuesto, tenemos que ver qué está pasando que ese número está aumentando cada día más y tan agigantado”, sostuvo Rodríguez Troche.
Según la Encuesta de la Comunidad de Puerto Rico del Censo de Estados Unidos, el 22.7% de la población en la Isla tenía 65 años o más en julio de 2022.
FUENTE: elvocero.com