Las protestas comenzaron en la madrugada. En las principales ciudades grupos de manifestantes cortaron avenidas y calles mientras la policía intentaba restablecer el tráfico. La protesta es secundada por gobernadores y alcaldes opositores que denuncian al gobierno de utilizar la justicia para “castigar la disidencia y perseguir a los opositores”, según denunció Manuel Morales del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (CONADE).
El vicepresidente del país David Choquehuanca tildó de políticas las protestas y dijo que líderes opositores buscan desestabilizar al gobierno de Arce e impunidad por la masacre de manifestantes durante el estallido social de 2019 tras unas fallidas elecciones en las que Morales buscaba un cuarto mandato.
A las protestas se han sumado miles de vendedores callejeros que rechazan una ley en contra de ganancias ilícitas que tramita la Asamblea Legislativa dominada por el gobierno.
Santa Cruz en el oriente, motor agroindustrial del país y reducto opositor, era el centro de las protestas. Esa ciudad amaneció paralizada el lunes.
Son las mayores protestas que afronta Arce, heredero político de Morales, quien a principios de noviembre cumplirá un año en el poder.