De los 287 legisladores que votaron, 198 respaldaron a Qalibaf en un cargo que ostenta desde 2021. El conservador llegó al cargo tras una serie de candidaturas presidenciales fallidas y de 12 años gobernando la capital, Teherán, donde construyó la red de metro y modernos rascacielos.
Pero muchos conocen a Qalibaf por su respaldo, cuando era general de la Guardia Revolucionaria, a la violenta represión contra estudiantes universitarios en 1999. Además, habría ordenado utilizar fuego real contra estudiantes iraníes en 2003, cuando era el máximo responsable de la policía.
En la votación del martes, su rival, Mojtaba Zonnouri, un clérigo conservador chií que en su día presidió la comisión de seguridad nacional del Parlamento, obtuvo 60 votos. Un exministro del presidente conservador Mahmud Ahmadinejad, Manouchehr Mottaki, recibió cinco.
Tras su reelección, Qalibaf pidió a los legisladores que encuentren la forma de abordar las peticiones de los electores.
“Para crear esperanza en el pueblo, debemos llegar a un entendimiento común y actuar de forma unida y empática, y debemos ponernos de acuerdo en priorizar las soluciones a los problemas de la gente, con independencia de nuestras inclinaciones y gustos políticos", afirmó.
Las elecciones parlamentarias de marzo registraron la menor participación desde la Revolución Islámica de 1979. De los 290 escaños elegidos, los conservadores copan más de 230 escaños, según un sondeo de The Associated Press.
Qalibaf, piloto de formación, sirvió en la Guardia paramilitar durante la sangrienta guerra contra Irak en la década de 1980. Tras el conflicto, fue jefe de la sección de obras de la Guardia, Khatam al-Anbia, y dirigió durante años las labores de reconstrucción.
Además, era el jefe de la Fuerza Aérea cuando en 1999 firmó una carta al presidente reformista Mohammad Khatami durante las protestas estudiantiles en Teherán por el cierre gubernamental de un diario reformista y la posterior represión de las fuerzas de seguridad. La misiva advertía a Khatami que la Guardia actuaría de forma unilateral a menos que accediese a sofocar las movilizaciones.
La violencia en torno a las protestas causó varios muertos, cientos de heridos y miles de detenidos.
Qalibaf pasó entonces a comandar la policía del país, modernizando el cuerpo y poniendo en marcha el teléfono de emergencias 110. Sin embargo, en la filtración de una grabación de una reunión posterior con miembros de la fuerza de voluntarios Basij de la Guardia, afirmó que había ordenado disparar contra manifestantes en 2003, además de elogiar la violencia utilizada en las protestas del Movimiento Verde en 2009.
Qalibaf optó a la presidencia, sin éxito, en 2005, 2013 y 2017, cuando se retiró para respaldar al conservador Ebrahim Raisi, quien falleció en un accidente de helicóptero el 19 de mayo.
El parlamento de Irán desempeña un papel secundario en el gobierno del país, aunque puede elevar la presión sobre la presidencia con sus decisiones sobre el presupuesto anual y otras leyes importantes. El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, de 85 años, tiene la última palabra en todas las cuestiones importantes de Estado.
Irán celebrará elecciones presidenciales el 28 de junio para reemplazar a Raisi. El periodo de cinco días para la inscripción de candidatos se abrirá el jueves.
FUENTE: Associated Press