Casi nadie o muy pocos antes de esta edición del Grand Slam conocía el nombre de Emma Raducanu, la adolescente de 18 años ganadora del título femenino en singles, que estableció varios récords.
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SUSCRIBITECasi nadie o muy pocos antes de esta edición del Grand Slam conocía el nombre de Emma Raducanu, la adolescente de 18 años ganadora del título femenino en singles, que estableció varios récords.
Nacida en Canadá, de padre rumano y madre china, y nacionalizada británica, Emma hizo historia en Nueva York.
Llegó como una "qualifier" más; entró al torneo vía eliminatorias, ganó 9 partidos seguidos, sin perder un solo set. Apenas en el 2020 aparecía en el puesto 343 del mundo. Ningún tenista, mujer u hombre, había realizado una hazaña así. Hasta hoy.
En el bando masculino, las apuestas, entre ellas las famosas de IBM-Watson Analysis, iban por Novak Djokovic sobre Daniil Medvedev, y con ese triunfo los Dioses del Tenis verían roto el empate entre los más grandes de todos los tiempos: Roger Federer, Rafael Nadal y el propio Djokovic, en números percápitas (20) de Grand Slam conquistados, y, de paso, coronarían con al serbio con esa pronosticada victoria como el nuevo Rey. Pero no.
El ruso Daniil Medvedev también hizo historia, la de su primer Grand Slam. La esperanza y el progreso son motores de las más nobles manifestaciones del Hombre; el deporte, entre ellas. Y ocurrió en Nueva York; 20 años después de aquel fatídico martes 9/11/2001. New York, New York.
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