Hablando en el sitio donde se construye un centro de manufactura de vacunas cerca de Oxford, Johnson dijo el viernes: “Lo estamos viendo en Francia, en Europa. Ha sido, me temo, absolutamente inevitable que lo veríamos en este país”.
El sondeo semanal dado a conocer el viernes por la Oficina Nacional de Estadísticas reveló que alrededor de 6.000 personas en Inglaterra fueron catalogadas como nuevos contagios entre el 4 y el 10 de septiembre, aproximadamente el doble de la semana previa.
Inglaterra se prepara para imponer más restricciones a las congregaciones y otras actividades en varias áreas del país. Existen crecientes conjeturas de que Gran Bretaña pudiera estarse acercando a un nuevo encierro en las próximas semanas, en parte porque el sistema de pruebas no satisface la alta demanda.
El Reino Unido registró 27 muertes el viernes, lo que elevó el saldo oficial por el COVID-19 a 41.732.