Los seguidores levantaron carteles con la leyenda “Lim go home” y reclamaron a los grupos al empresario de Singapur que venda el club. Daba la impresión que había más gente en las calles alrededor del estado Mestalla que en las tribunas viendo a Valencia vencer a Celta de Vigo 2-0.
Lim compró el Valencia, entonces en quiebra, en 2014. Al principio los fans parecían encantados con un nuevo dueño que podía sacar a flote al club plagado de deudas. Pero eso cambió cuando Lim empezó a vender a jugadores talentosos y parecía satisfecho con un puesto en la mitad de la tabla.
Con el triunfo del sábado, Valencia quedó noveno.