En la segunda mitad del siglo XVIII, el Rey Carlos III nombró a Felipe Fons de Viela, Marqués De la Torre, Capitan General de la isla de Cuba. El Marques se conoce como el primer y gran urbanizador de La Habana, construyendo parques, fuentes, paseos, avenidas y boulevares.
Murallas y el decidió construir el primer paseo extramuros por fuera de la Muralla, así en el 1772 construye lo que primero se llamó boulevar de la Reina y más tarde paseo Del Prado por su homólogo en Madrid.
Originalmente empezaba en el Malecón y llegaba hasta la calle Neptuno, era de tierra con olivos y uva caleta a sus alrededores. La Habana, codiciada por piratas, se encontraba altamente protegida por cientos de cañones, cuando se consideraron obsoletos muchos se fundieron y con ese bronce se hicieron ocho enormes leones que actualmente están protegiéndolo.
Más tarde, en la Cuba Republicana, que bajo la presidencia del General Gerardo Machado, el lo amplió a tres secciones más para formar el parque central, el capitolio y el parque de la Fraternidad, por lo tanto el paseo Del Prado en La Habana tiene cuatro secciones:
1.- Boulevar desde el Malecón hasta la calle Neptuno. Donde está el Hotel Inglaterra donde yo fuí concebido a finales del mes de Diciembre un 1937.
2.- Parque Central, donde está la gran estatua de nuestro Apóstol José Martí con su mano apuntando al futuro, allí íbamos los alumnos de mi colegio Baldor a depositar una rosa blanca todos los 28 de Enero.
3.- La sección del Capitolio, donde está nuestro Capitolio Nacional, mas grande que su homólogo en Washington DC, con una gran explanada delante donde estaban los aires libres con orquestas y restaurantes. Allí yo vi por primera vez la Orquesta Anacaona, formada por mujeres la cual sonaba muy sabrosa y con las cuales tuve el gusto de bailar muchas veces hasta altas horas de la madrugada,
4.- Parque de la Fraternidad con la estatua de la India. Donde se encontraba originalmente el Campo de Marte donde los soldados españoles hacían prácticas en tiempos de la Colonia. Muchos cubanos, incluyendo a mi padre todavía lo llamaban así.
Con pisos de terraza, bancos de granito, numerosos árboles y gran cantidad de bellas farolas, únicas en su tipo, que le daban al Prado un aspecto especial, no encontrado por mi en otros Prados que he visitado en el mundo.
Ahora bien yo tengo muchos recuerdos tiernos del paseo Del Prado, a raíz de sacar mi licencia de conducir yo acostumbraba a pasear en mi auto por el Prado, conociendo a muchachas las cuales después nos convertimos en grandes amigos.
En el Prado del Malecón hacía la calle Neptuno, a mano izquierda, a medianía se encontraba la tienda francesa Guerlain, donde yo compraba mi agua Imperial para mi y Mitzuco para mis amigas. Que tienda más linda y elegante. Uno entraba y parecía que estabas en la sala de una casa y te atendían muchachitas muy elegantes, lindas y amables que te guiaban en los gustos que querías comprar. A mi me atendía mi Gracielita que siempre me proporcionaba los más ricos perfumes de Guerlain.
Ahora bien, mis recuerdos más ricos, sabrosos e inolvidables eran en los carnavales de La Habana, para mi eran superiores en mujeres bellas, música y alegría que en cualquier otra parte del mundo. Ocurrían en el mes de Febrero, con el friecito de nuestro suave invierno, rico para arrollar con las comparsas.
El viernes y sábado por la noche eran las carrozas y comparsas, el domingo eran los paseos en convertibles o descapotables y camiones adornados, y el pueblo se desbordaba en ellos con un recorrido desde el parque de Maine, parque Maceo, todo el Malecón, todo el Prado dando la vuelta en la calle Neptuno haciendo el recorrido a la inversa, así se daban varias vueltas, gente en los camiones y descapotables adornados tirando serpentinas, confetis y caramelos a la gente que se agrupaba en grandes cantidades por todo el recorrido.
El desfile de carrozas empezaba con la de la Reina del Carnaval de ese año y su Corte, mujeres bellas, brillando con sus bellos trajes y dando mucha alegría. Después venían las demás carrozas, de firmas comerciales, cada una más linda que la otra. Cada carroza tenía un arreglo especial con un tema específico, me acuerdo un año que la cerveza Polar tenía la figura de un oso polar con una enorme enorme cerveza Polar. Y así pasaban, y entre carroza y carroza estaban las comparsas. Cada una con su tema. Los Alacranes, Los componedores de batea, Las Jardineras, y muchas más. Cada una con su música y letra en particular, las Jardineras cantaban:
Ahí vienen las Jardineras
Vienen regando flores.
Esta comparsa ensayaba en el “solar del montañé”, una manzana de terreno vacía circulada por las calles San Lázaro, Infanta, San Francisco y Jovellar, a dos cuadras de mi casa y yo me le escapaba a mis padres para estar en los ensayos, siempre mi padre me iba a buscar como a las diez de la noche y me regañaba por haberme escapado pero creo que a él le gustaba que yo estuviera allí, después siendo yo más mayor ya me iba para el solar y ahí si me divertía mucho y ya no me buscaban, lo primero que hacía era ayudar a los congueros a afinar las tumbadoras; en aquel entonces no contaban con las tuercas de hoy en día para atezarlas,
había que encender
papel de periódico y ponerlas con cuidado
encima del fuego
para que el cuero
se pusiera
digno del toque
allí aprendí a hacerlo,
y a tocar el macho,
al caliente ritmo
de las calientes tumbadoras
que rico,
piquitipapapa,
piquitipapapá
Allí estaba yo
Tocando el macho
Y la negra Caridad
Viene y me dice
Blanquito,
que tú hace aquí?
Tocando los cueros
Pa que tu baile
Le respondí yo
Piquitipapapá
Piquitipapapa
La Mulatica Orquídea
Moviendo voluptuoso
Su bien formado cuerpo
De frescos 19 años
Le baja el santo
Ay que Revolucion
Ay que sabroso ambiente
Piquitipapapa
Piquitipapapa
Ahí va el negro Serafin
Con su corneta china
A tocar música
Encantadora de serpientes
Piquitipapapa
Piquitipapapa
Los hijos de la negra Lola
Encargados de cencerros
Y campanas con sus claves hacen que la música gire
En ascendientes remolinos
Hacia el cielo cubano
Negro y dulce,
Fresco y suave
Piquitipapapa
Piquitipapapa
La comparsa empieza,
Arrollando por el Prado
Con el giro de las farolas
Con velas encendidas
Y sus colores brillantes
Piquitipapapa
Piquitipapapa
El aguardiente picante
Como perros de caza
empieza a correr libremente
Pero por si acaso
Yo llevo mi canequita
De mi ron Matusalén
Hoy alegre
Mañana bien
Piquiti papapa
Piquiti papapa
La música sigue
El tiempo pasa
Tú no lo sientes
Tú pies se mueven,
cargas la conga,
No te cansas
Es que estas
Embriagado por esa música
Mezcla de España y Africa
Que Cuba le dio la vuelta
Y la convirtió
en la Conga cubana.
Piquiti papapa
Piquiti papapá
Ay Cuba
Ay mi Prado
Donde están?
Bueno me emocioné, lo siento, perdón.
Pero antes de acabar
Quiero aclarar
Que todo esto pasó
Antes de conocer
A mi linda florecita
Piquitipapapa
Piquitipapapa
FUENTE: Ramoncito 7-9-2021