El Departamento de Defensa de Estados Unidos y autoridades espaciales europeas mantienen un seguimiento del cohete Long March 5B y en las últimas horas han logrado reducir las potenciales áreas donde impactaría en algún momento entre el sábado y domingo.
El régimen de Beijing, por su parte, intentó restarle interés al asunto, al asegurar que no hay peligro.
“La probabilidad de causar daños es extremadamente baja”, dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin. “La mayoría de los componentes se destruirán al entrar en la atmósfera”.
La pasada semana, China lanzó el primero de los tres elementos de su estación espacial, la CSS, que fue propulsado por un cohete Long March 5B, el mismo que tras separarse del módulo central, ahora se precipita sin control hacia nuestro planeta.
FUENTE: redacción de www.americateve.com