Se acerca el Viernes Negro, Black Friday, fecha que da inicio a la temporada de compras navideñas en el país, pero especialmente este año, analistas vaticinan que será atípica, en comparación con los anteriores, debido a la inflación que ronda el 6.2%, las fallas en la cadena de suministro y el costo del combustible.
En la calle, los compradores sienten el cambio.
“Siempre los días previos al Viernes Negro era de compras preparativas y pocos lo han hecho por toda esta situación”, asegura Rafael Páez, un comprador.
La recuperación económica tras la pandemia del coronavirus no ha significado hasta la fecha un incremento en el número de compradores del Viernes Negro.
Según la Federación Nacional de Minoristas, unos 186.4 millones de consumidores aprovecharon las ofertas de Viernes Negro en 2020, 1.7 menos que en 2019, cuando se calcularon 189.6 millones.
El economista Tulio Rodríguez no duda que la cadena de suministros y la inflación impacten la temporada de compras.
“No hay suficiente mercancía porque se acabó en los puntos de orígenes y no se puede fabricar a la velocidad que se necesita. El mundo entero está afectado por la inflación, no sabemos si se mantendrá en seis u ocho por ciento y tampoco sabemos hasta cuándo”, dijo.
Respecto al gasto de cada comprador, según la Federación Nacional de Minoristas, en 2020 consumidor gastó un promedio de 311 dólares con 75 centavos, pero en el 2019, el gasto fue de 361.80, es decir, unos 50 dólares más.
FUENTE: Orian Brito | americateve.com