"Antes del reciente nombramiento del nuevo obispo de Osorno, la Congregación para los Obispos estudió detalladamente la candidatura del prelado y no encontró razones objetivas que interfirieran con la misma", señaló un comunicado oficial.
Juan Carlos Cruz, que afirma ser una de las víctimas de Karadima, dijo el martes a The Associated Press en Chile, que el respaldo del Vaticano "es una nueva burla. Una nueva bofetada a todas las victimas que nuevamente viene directamente del Papa.
"Dicen que investigaron a barros, pero precisamente la gente que lo acusa, que lo vio, nosotros que somos las victimas - a nosotros jamás nos llamó nadie a preguntar nada sobre Barros", expresó en entrevista telefónica.
Para Cruz, "lo que es más evidencia de lo turbio que es todo esto es que nosotros hablamos de Barros en el juicio canónico, en el juicio penal. Y hablamos de Barros con el cardenal (Ricardo) Ezzati cuya respuesta fue displicentemente decir - 'yo no me meto con mis hermanos obispos".
Karadima fue hallado culpable en 2011 por el Vaticano de cometer abusos sexuales. Barros ha señalado que jamás tuvo conocimiento de los abusos cometidos por el párroco.
El papa Francisco designó a Barros como Obispo de Osorno el 10 de enero y a las pocas horas diversas personas rechazaron el nombramiento, acusando al prelado de encubridor de los abusos sexuales de Karadima.
Ezzati, arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, había expresado sobre el nombramiento de Barro que "el Santo Padre ha elegido a un pastor para la Iglesia de Osorno y nosotros como católicos estamos muy en comunión con el Santo Padre y de manera particular los obispos somos con Pedro y bajo Pedro".
Agregó que respecto a una hipotética conexión de Barros con el caso Karadima "no hay que unir las dos cosas. El Santo Padre ha tenido la tarea de discernir el bien de una comunidad y nosotros adherimos a lo que el Santo Padre ha decidido".
Monseñor Barros, que declaró en el proceso contra el sacerdote condenado, no se encuentra bajo investigación judicial ni canónica.
El sacerdote Peter Kliegel, en representación de cerca 30 religiosos de Osorno, firmó una carta que fue enviada en febrero al Nuncio Apostólico para pedir la renuncia del obispo electo.
Este movimiento obtuvo el apoyo del diputado socialista Fidel Espinoza, quien el 16 de febrero entregó al Vaticano una carta firmada por 51 parlamentarios en oposición a la designación del prelado.
En una carta dirigida a los fieles de la diócesis de Osorno, Barros aseguró que "jamás tuve conocimiento de alguna denuncia respecto del sacerdote Karadima, siendo secretario del cardenal Juan Francisco Fresno, y jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas. No he aprobado ni participado en esos hechos".
La Nunciatura Apostólica en Chile manifestó también su "confianza y apoyo" a Barros.
La toma de posesión canónica de Juan Barros se produjo el 21 de marzo en la catedral de Osorno, en medio de la protesta de sectores de la población.
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El corresponsal de AP en la capital chilena Luis Andrés Henao colaboró con este despacho
FUENTE: Associated Press