Antes del partido del martes en Kiev, que ganó el Dynamo por 6-0, la capital ucraniana registró enfrentamientos con cientos de seguidores rivales implicados. Diez personas resultaron heridas. En el estadio hubo también incidentes.
El ente rector del futbol europeo acusó a ambos equipos por los disturbios y el uso de bengalas. El Besiktas fue también apercibido por los daños causados por sus seguidores en el estadio mientras que el Dynamo enfrenta un delito de seguridad por tener las escaleras bloqueadas.
Kiev acogerá la final de la Liga de Campeones en 2018. La UEFA dice que "confía que junto con las autoridades locales se tomen todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los jugadores, los árbitros y los aficionados".