Rob Khazzam, administrador general de Uber en Europa Central, dijo el miércoles a The Associated Press que el objetivo de la empresa era llevar de nuevo el servicio a Budapest, donde comenzó a operar a fines del 2014. Uber tiene 160.000 usuarios y 1.200 choferes en Hungría.
"Queremos reanudar un servicio que ha sido acogido por mucha gente", dijo Khazzam. "Queremos asegurar que la gente en Hungría tenga acceso a un servicio que está disponible en casi todos los países de la Unión Europea".
Una ley que el Parlamento aprobó en junio y comenzó a aplicar el 24 de julio, permite que las autoridades multen a Uber y servicios afines, bloqueen sus sitios web y aplicaciones, prohíban la circulación de los vehículos de los choferes por hasta tres años y suspendan sus licencias por hasta seis meses.
Uber suspendió actividades en Hungría el 24 de julio al mediodía, y como despedida ofreció a los usuarios habituales un viaje gratuito en cualquiera de los 21 países europeos donde opera.
Hungría prohibió Uber alegando que la empresa logró ventajas ignorando regulaciones que aplican a servicios de taxi.
"La decisión de Uber indica que la empresa no está dispuesta a someterse a la competencia justa en el mercado y las operaciones legales", dijo el gobierno en julio. Uber respondió que sus conductores respetaban las normas.
Un pedido de declaraciones al gobierno no recibió respuesta inmediata.
Uber había dicho anteriormente que las autoridades húngaras, aunque insisten en que están a favor de la innovación, se negaron a iniciar conversaciones para encontrar la manera de que Uber permaneciera en Hungría.
Al mismo tiempo, las autoridades de transportes mantuvieron reuniones con representantes de empresas de taxi y sus choferes, después que éstos realizaron protestas que demoraron el tránsito y bloquearon los puentes sobre el río Danubio en el centro de Budapest.
FUENTE: Associated Press