El acuerdo anunciado el jueves por la noche por la empresa, que ofrece desplazamientos en auto reservados desde una aplicación, es un gran paso hacia mantener el formato actual de su próspero negocio, que se vio amenazado cuando los conductores reclamaron más derechos.
Según el acuerdo, Uber pagará 84 millones a los demandantes en los dos estados y otros 16 millones de dólares si la compañía sale a bolsa y cumple determinados objetivos.
Clasificar a sus conductores como empleados había elevado de forma significativa los gastos operativos de Uber e iría en contra de su modelo de negocio. Las ventajas que Uber presenta a los conductores se basan en ideas de libertad y autonomía.
Las leyes federales no extienden los derechos colectivos de negociación a los contratistas independientes.
Un juez federal debe aún refrendar el acuerdo.