La votación comenzó en aeropuertos y puertos fronterizos en Turquía, así como en las misiones diplomáticas turcas en países europeos.
Los cambios propuestos por el gobierno que se someterán a consulta popular otorgarán poder ejecutivo a la presidencia y eliminarán el puesto de primer ministro.
El presidente, Recep Tayyip Erdogan, que lleva tiempo presionando para lograr el cambio, insiste en que una presidencia más fuerte llevará a una mayor prosperidad. Los críticos temen que los cambios concentren demasiado poder en las manos del presidente sin los controles y balances pertinentes.
Cerca de tres millones de expatriados turcos tienen derecho a voto, casi la mitad de ellos en Alemania.