"Creo que vale la pena esperar un poco más", declaró Paul Magnette dirigente de la región de Valona, luego que el presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz se ofreció a tratar de salvar el pacto.
Diversos políticos de Valona argumentan que el acuerdo violará normas laborales, ambientales y de protección al consumidor, y que permitirá a las grandes empresas internacionales atropellar a las empresas locales. Han jurado obstruir el pacto, a pesar de que tanto la UE como Canadá desean firmarlo este jueves.
Magnette dijo que Valona prevé aún "algunas dificultades pequeñas". Un mejor acuerdo, añadió, fortalecería los estándares de la UE y sentaría un precedente para futuras negociaciones entre Europa y sus socios comerciales.
El viernes, la ministra canadiense de Comercio Chrystia Freeland salió de las negociaciones al borde de las lágrimas, diciendo que la UE parecía incapaz de firmar el acuerdo. El pacto fue completado hace dos años, pero debe ser aprobado unánimemente.
"Está en manos de Europa, y es hora de que Europa finalice su trabajo", dijo Freeland.
Dijo que represaba a Canadá, pero que esperaba regresar con el primer ministro Justin Trudeau para firmar el acuerdo CETA.
Luego de conversaciones separadas el sábado con Freeland y Magnette, Schulz dijo que tenía esperanzas de que pueda hallarse una solución intermedia para despejar el camino para la planeada cumbre UE-Canadá el jueves.
"Para mí, no hay problema que no podamos resolver", les dijo Schulz a reporteros.
Los líderes de la UE han advertido que una incapacidad de la UE de sellar el acuerdo con Canadá pudiera dañar la credibilidad del bloque como socio comercial y dificultar acuerdos similares con los Estados Unidos, Japón y otros aliados.
Un acuerdo similar negociado con los Estados Unidos enfrenta mucha más oposición que al pacto con Canadá. Y parece improbable por el momento.
FUENTE: Associated Press