Los dos hombres habían dicho en las vistas preliminares que fueron torturados y maltratados por sus carceleros en una prisión militar, y el martes pidieron su traslado a otro centro penitenciario.
"Tras investigar estas acusaciones, el tribunal considera que son falsas y los acusados permanecerán donde están, ya que éste es un caso de seguridad nacional", indicó uno de los tres jueces del tribunal.
Los magistrados, que no han sido identificados cumpliendo con el protocolo en los juicios militares, afirmaron que la seguridad de los acusados podría estar en peligro en un penal convencional debido a lo conocido el caso, y añadieron que estarán más seguros bajo detención del Ejército.
La decisión se tomó en el primer día del juicio a dos uigures de nacionalidad china. Pero el primer día, que estaba destinado a declaraciones de testigos, empezó con mal pie cuando la corte se dio cuenta de que no había ningún traductor de uigur disponible. Las audiencias previstas para el martes y el miércoles se aplazaron al 15 y 16 de septiembre.
Los dos hombres —Mierali Yusufu y Bilal Mohammad, también conocido como Adem Karadag— se declararon no culpables. En una reciente aparición previa al inicio del juicio, rompieron a llorar alegando supuestos malos tratos por parte de las autoridades tailandesas.
Son los dos únicos que permanecen encarcelados de las 17 personas señaladas por las autoridades como responsables de la explosión del 17 de agosto de 2015 en el santuario Erawan, en el distrito comercial de Ratchaprasong. Fue uno de los actos violentos más letales en Tailandia en décadas.
El santuario, dedicado al dios hindú Brahma, es popular entre chinos y otros turistas. Catorce de los muertos eran turistas.
Las autoridades tailandesas han atribuido el ataque a una venganza de una red de tráfico de personas que vio sus actividades frustradas por una operación de seguridad. Sin embargo, algunos analistas sospecharon que podría deberse a separatistas uigures molestos porque Tailandia repatriara de forma forzosa en mayo a decenas de uigures a China, donde pueden ser perseguidos.
FUENTE: Associated Press