Karim Wade, hijo del expresidente Abdoulaye Wade, ha sido desde hace tiempo una figura polarizante en el país. Acumuló tanto poder bajo el gobierno de su padre que los senegaleses lo tildaban de "Ministro del Cielo y la Tierra", y muchos temían que fuera a reemplazar al gobernante.
El arresto y juicio de Karim Wade ha sido el caso de más renombre en la ofensiva anticorrupción lanzada por el presidente actual, Macky Sall, quien derrotó a Abdoulaye Wade en las elecciones del 2012. Los partidarios de Karim Wade dijeron que la condena impuesta en el 2015 era prueba de que se trataba de una vendetta personal contra la familia. Los Wade han criticado el juicio afirmando que se trata de una venganza política.
Aunque originalmente fue acusado de acumular una fortuna de más de 1.300 millones de dólares, a Karim Wade se le obligó a pagar una multa de aproximadamente 230 millones de dólares como parte de su sentencia.
Mediante un decreto presidencial, Sall dijo que las sanciones y multas contra Wade siguen vigentes, y el ministro de Justicia Sidiki Kaba dijo que el Estado seguirá confiscando propiedades.