Las acusaciones de Washington son un intento de avivar el sentimiento antirruso ante la cercanía de la votación del 8 de noviembre, dijo el viceministro de Exteriores, Sergei Ryabkov, en un comunicado.
La denuncia efectuada el viernes por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y el Departamento de Seguridad Nacional no se sustenta en ninguna prueba concreta y "nuestros enemigos siguen culpando a Rusia por interferir en asuntos internos de Estados Unidos", manifestó Ryabkov.
"La sobrealimentación de las emociones sobre los hackers rusos está siendo utilizada en la pelea preelectoral; el gobierno actual, que toma parte en esta pelea, no se opone a los métodos sucios", agregó.