El ministro del Interior Carlos Basombrío refirió que el cargamento incinerado fue capturado entre julio y octubre, y aseguró que el método utilizado cumple con todas las garantías de seguridad para evitar cualquier dificultad o filtración. La quema se realizó con la presencia de fiscales, notarios y peritos químicos.
Basombrío recordó que Perú es un país productor de materia prima para la droga, y que seguirá la lucha para "arrinconar este flagelo que mueve las fortunas que sabemos en el mundo".
Del total incinerado, 2,84 toneladas corresponden a pasta básica de cocaína; 3,57 toneladas a clorhidrato de cocaína, 1,34 toneladas a marihuana, 5 kilos de látex de opio y un kilo de amapola.
El general Vicente Romero, director de la policía de Perú, precisó que en lo que va del año se ha decomisado 20,20 toneladas de cocaína y 5,23 toneladas de marihuana.
Perú y Colombia son los principales productores de cocaína de la región andina.