El jefe antidrogas Luis Pantoja dijo a la prensa que el total de cocaína incautada provenía de cuatro operativos, pero que el más importante se produjo el pasado jueves 12 de mayo cuando agentes de la división de investigación antinarcóticos detuvo una furgoneta que llevaba una tonelada de clorhidrato en una carretera a menos de un kilómetro del puerto El Callao.
Pantoja también mostró otro cargamento de 119 kilos de cocaína incautados el sábado 14 de mayo a un corrupto jefe policial encargado de combatir la delincuencia en un puerto norteño de la costa del Pacífico. El policía detenido tenía una casa de playa frente al mar y los agentes investigadores creen que allí guardaba la droga para luego subirla a una embarcación.
Cada kilo de droga, envuelto en papel metálico y con la forma de un ladrillo, tenía diversos sellos en bajo relieve. La policía mostró algunos "ladrillos" de droga que poseían la forma del mapa de Perú, la cabeza de un cóndor, una gaviota, un delfín, las letras T y X en mayúsculas, una corona de cinco puntas, la cabeza de un caballo, una hoja de trébol y una medalla con el fondo de la ciudadela inca Machu Picchu. Pantoja explicó que los distintos sellos significan que pertenecen a distintos productores o a diferentes destinatarios.
Según la policía, en la actualidad un kilo de cocaína en Perú cuesta 1.200 dólares, pero en Europa su precio sube a 60.000 dólares. La droga provenía del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, la zona donde se produce más droga en el país.
La policía afirma que la mayor parte de la droga de Perú se exporta a Europa vía marítima. Perú es uno de los principales productores de cocaína en el mundo.