El esfuerzo de una coalición de grupos ambientalistas es el más reciente capítulo en una disputa que ha tenido altibajos durante décadas sobre el manejo de los PCBs (Bifenilos Policlorados) desechados al río por parte de General Electric Co. Las organizaciones argumentan que el río no estará verdaderamente limpio a menos que regresen los equipos de limpia, mientras que la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) se enfoca en el progreso logrado a lo largo del tramo de 64 kilómetros (40 millas) de río al norte de Albany.
"La pregunta es: ¿El trabajo fue lo suficientemente grande o debió ser mayor?", dijo el director regional del Súperfondo de la EPA, Walter Mugdan. "En este momento no tengo ninguna evidencia que diga que esto no fue un éxito".
Mugdan añadió que el muestreo de sedimento, agua y peces del río se dará a conocer en los próximos meses tras una revisión realizada cada cinco años para proveer más información sobre la eficacia del drenado.
Hasta mediados de la década de 1970, las fábricas de GE desechaban al río más de 453.592 kilogramos (1 millón de libras) de bifenilos policlorados, sustancia que es considerada como un posible cancerígeno. Un tramo de 321 kilómetros (200 millas) que llega hasta la ciudad de Nueva York se convirtió en una instalación de Súperfondo en 1984. Pero la EPA no solicitó la limpieza sino hasta 2002, luego de años de debate sobre su eficacia.
El año pasado, GE terminó de retirar 2 millones 102.525 metros cúbicos de sedimento contaminado, como parte de un acuerdo legal alcanzado en 2006 con la EPA, que de acuerdo a la agencia tuvo un costo de cerca de 1.500 millones de dólares para General Electric. Los llamados para que el drenado se extendiera más allá de las zonas acordadas se fortaleció antes de que el equipo de limpieza dejara el río.