Así en un reportaje que conservo entre mis archivos de reportero es que descubre Gloria Palacios Capablanca, la nieta mayor del gran ajedrecista cubano José Raúl Capablanca, en Miami, la casa que su abuelo edificó en 1923 y vivió en ella hasta 1933 en La Habana.
Ella nunca visitó la casa que su abuelo construyó con el premio del Campeonato Mundial de Ajedrez que ganó en 1921 en La Habana. Él la llamó Villa Gloria por su primera esposa la camagüeyana Gloria Simoni, quien quedó como propietaria después del divorcio de ambos en 1937.
Pero Gloria tiene que ver por primera vez en su vida la casa de su abuelo en ruinas. Desde hace muchos años la vivienda de Capablanca en la calle 68 en Buenavista, La Habana, es una ciudadela habitada por varias familias.
Gloria recuerda que su abuela alquiló por mucho tiempo esa casa a una sola familia. Pero con la llegada de la Revolución de Fidel Castro se convirtió en ciudadela. Pero ni supuestos proyectos de convertirla en museo la han podido salvar del jaque mate de la destrucción.
FUENTE: Rolando Nápoles / Americateve.com