CARACAS, Venezuela (AP) ? El presidente Nicolás Maduro, quien espera que en breve la Asamblea Nacional le entregue poderes especiales para legislar por decretos, anunció el miércoles que impondrá controles de precios para todos los productos del país, donde ya rigen una serie de límites en la venta de cientos de productos.
"Voy a sacar por Ley Habilitante, la tengo lista ya, la ley de costos, precios y ganancias y voy a poner límites razonables y objetivos para las ganancias y los precios de los productos en Venezuela", dijo Maduro en un acto con militares desde el estado de Cojedes, en el centro del país, y transmitido en vivo por la televisora estatal.
"Vamos a bajar todos los rubros. Por lo menos 50% tienen que bajar todos los precios abultados", dijo el presidente sin dar detalles sobre cuáles productos y qué límites de precios de venta fijaría, en medio de una economía que ha visto en los últimos años decenas de empresas paralizadas y otras nacionalizadas.
La llamada Ley Habilitante es como se denomina en Venezuela la posibilidad legal de que un mandatario reciba por un tiempo definido y de manos de la Asamblea la posibilidad de emitir decretos y leyes.
Maduro solicitó tales poderes a la Asamblea en octubre pasado por un período de 12 meses.
Está previsto que la Asamblea, dominada por el oficialismo, tenga el jueves una primera discusión de esa solicitud del mandatario.
Maduro ha dicho que esos poderes especiales serán usados para decretar medidas expeditas que le permitan enfrentar "la corrupción y enderezar el modelo económico impuesto por una burguesía parasitaria que sigue chupando de la renta petrolera y todo lo importa".
Por la noche, en otro acto en un hotel en Caracas, Maduró se quejó de titulares de diarios críticos al gobierno, que en la jornada resaltaron los niveles de escasez de productos o las tensiones originadas por decisiones oficiales llamando recientemente a vaciar "los anaqueles" de tiendas de electrodomésticos, por ejemplo.
"Salgamos a combatir con ideas todos los días...no compre estos periódicos porque estos son los periódicos que defienden a la burguesía", dijo Maduro en el acto frente a decenas de simpatizantes que aplaudían de pie sus palabras. "Llamo a un boicot en la calle, que el pueblo no los compre", añadió el mandatario, que mostró ante las cámaras de la televisora oficial las primeras planas de periódicos como El Universal y El Mundo, de Caracas.
El presidente dijo también que cuando tenga poderes especiales emitirá normas para que aquellos que reciban los dólares a tasa oficial que asigna el gobierno firmen un contrato de fiel cumplimiento a las normas, aunque no dio detalles. Según Maduro, los problemas de precios y carestía se deben a que los empresarios "burgueses" sacan provecho de los dólares que entregan las autoridades e intentan elevar sus ganancias al aumentar los precios de venta de los productos.
Venezuela mantiene desde febrero de 2003 un control sobre los precios y sobre el tipo de cambio. La tasa oficial de cambio es de 6,30 bolívares por dólar, pero en el mercado paralelo el dólar se cotizaba la semana pasada cerca de nueve veces más.
A pesar de esos controles y el discurso oficial en contra de lo que denominan la oligarquía, Venezuela sufre una inflación galopante que en octubre se ubicó en 5,1% y en los últimos 12 meses lleva un acumulado de 54,3%, una de las tasas más altas en más de una década, según cifras oficiales.
En los 10 meses que van del 2013 se ha acumulado una tasa de 45,8%, lo que equivale a 32,4 puntos porcentuales más que lo registrado entre enero y octubre del año pasado.
La noche del miércoles, miles de compradores seguían haciendo fila a las puertas de cadenas de tiendas para tratar de aprovechar las gangas derivadas de la orden presidencial de que los comercios vendan a "precios justos".
Durante el fin de semana, el mandatario ordenó a los militares ocupar cadenas de tiendas en un esfuerzo por bajar los precios de electrodomésticos y otros productos, que han crecido a la par de la demanda de dólares en el mercado negro. El gobierno acusó a las tiendas del presunto delito de usura. Miles de personas, incluidos partidarios y adversarios del gobierno, se concentraron alrededor de las tiendas ocupadas.
En tanto, el ministro de Industrias Ricardo Menéndez y el gobernador del estado costanero de Vargas, Jorge García Carneiro, con el apoyo de los militares, tomaron el control e inspeccionaban las sucursales de una distribuidora de repuestos automotriz y de Duncan, una firma fabricante de baterías para autos, alegando que en ambas "se registraban irregularidades".