Al frente de dicha amonestación se encontraban dos ex rivales de Trump en la disputa por la candidatura republicana a la Casa Blanca.
John Kasich, gobernador de Ohio, tuiteó que la ofensiva de Trump en contra de la imparcialidad del juez federal de distrito Gonzalo Curiel "está simplemente mal". El magnate, escribió Kasich, debería "disculparse con el juez Curiel y tratar de unir a este país".
"Ese hombre es estadounidense, nacido en Estados Unidos", dijo el senador por Florida Marco Rubio, quien es hijo de inmigrantes cubanos, a la televisora de Orlando WFTV. "No creo que se refleje bien en el Partido Republicano. No creo que se refleje bien en nosotros como nación".
Otros destacados republicanos continuaron en la misma tónica, trazando una sólida línea entre ellos y el candidato multimillonario con el que han alcanzado una frágil paz. Pero esa distensión viene con ciertas advertencias, de las cuales la principal es el entendido de que Trump, que prácticamente ya tiene la nominación, se enfoque ahora en unir al fracturado Partido Republicano.
Trump también mostró algo de respeto a la tregua, al declinar contraatacar de inmediato a los legisladores republicanos que le han exigido que deje en paz el asunto del juez.
Pero el magnate no parece dispuesto emitir ninguna disculpa.
El lunes había insistido en que hizo sus críticas a Curiel fueron en defensa contra las implacables preguntas de los reporteros y de otras personas acerca de las demandas que enfrenta la Universidad Trump. El virtual candidato presidencial dijo que Curiel no puede ser imparcial en las demandas porque sus padres nacieron en México y Trump desea construir un muro en la frontera. La semana pasada negó en la cadena CNN que sus afirmaciones sean racistas.
"Anuncio de Servicio Público: El decir que alguien no puede desempeñar una labor específica debido a su raza es la definición literal de 'racismo''', tuiteó el senador Ben Sasse, republicano de Nebraska, crítico de Trump desde hace tiempo.
Curiel es un ex fiscal federal que nació en Indiana de padres que llegaron desde México en la década de 1940. No ha respondido a las críticas del multimillonario.
La Universidad Trump es objeto de dos demandas —en San Diego y en Nueva York— que la acusan de defraudar a los estudiantes con promesas incumplidas para enseñarles los secretos del éxito en los bienes raíces. El magnate afirma que los alumnos quedaron enormemente satisfechos. Curiel preside ambas demandas en California.
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Laurie Kellman está en Twitter como: http://www.twitter.com/APLaurieKellman
FUENTE: Associated Press