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SUSCRIBITENo es un batazo cualquiera. Es el de nada más y nada menos que de un ciego. En cuba, donde la pelota también la juegan los ciegos y débiles visuales.
El béisbol para ciegos se juega en Cuba desde el 2000 como deporte de rehabilitación. Los equipos son de seis atletas. Solo uno de ellos es vidente: el de la segunda base donde se realizan todos los outs. Este vidente siempre tiene que tener un pie en la base.
La pelota para ciegos no tiene pitcher. La bola es de caucho con seis orificios con cascabeles. Se lanza a ras de tierra para que todos oigan por donde va. También se emiten estos sonidos para orientar a los corredores.
Al bateador se le indica si la bola que bateo es buena o no. Para ello la pelota tiene que pasar entre segunda y tercera. El juego tiene cuatro árbitros. Dura siete innings. Se juega a tres strikes o tres foul un out.
La promoción de la pelota para ciegos ocurre en Cuba mientras este deporte cede terreno en la isla ante el fútbol. Esto último lo reconoce en la Habana el presidente de la asociación mundial de béisbol.
Por cierto, ante la vista de un Antonio Castro luciendo barba. Quizás por moda o quizás para imitar la de su padre, el fallecido dictador Fidel Castro.
FUENTE: Rolando Nápoles / Americateve.com
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