En un nuevo golpe a las gestiones regionales para apaciguar la guerra civil, Kenia dijo además que se va a desentender del proceso de paz en Sudán del Sur, en el que ha sido un importante mediador, garante y monitor.
El despido del teniente general keniano Johnson Mogoa Kimani Ondieki fue efectuado luego que una investigación independiente criticó fuertemente la respuesta de la fuerza de paz a los ataques letales en julio contra un complejo de las Naciones Unidas que albergaba a 27.000 desplazados en Yuba, la capital de Sudán del Sur. La pesquisa concluyó además que los soldados de paz no respondieron a las solicitudes de ayuda mientras tropas sursudanesas arrasaban un complejo vecino popular entre extranjeros.
El despido fue anunciado poco después de darse a conocer el martes el informe de la investigación.
Kenia tiene poco más de 1.000 soldados en la fuerza de paz de la ONU en el país, de acuerdo con las autoridades. El gobierno en Nairobi también había prometido contribuir soldados a un grupo adicional de 4.000, cuyo despliegue es incierto en medio de la oposición de algunos funcionarios de Sudán del Sur.
En una declaración atribuida a la secretaria principal de la cancillería de Kenia, Monica Juma, se afirma el miércoles que el proceso de despido de Ondieki careció de transparencia, sin consultas formales con el gobierno de Kenia. Dijo que la decisión "reveló un alto grado de falta de respeto a nuestro país".
En la declaración se atribuyen los problemas de la fuerza de paz al departamento de la ONU a cargo de las misiones pacificadoras, y se afirma que la misión en Sudán del Sur "sufre una disfuncionalidad estructural fundamental y sistémica, que ha obstaculizado gravemente su capacidad de cumplir su encargo".
Kenia rechazó además una oferta de la ONU para que propusiera un candidato que reemplace a Ondieki, se afirma en la declaración.
___
Los periodistas Edith M. Lederer en la ONU y Justin Lynch en Yuba, ambos de The Associated Press, contribuyeron a este despacho.
FUENTE: Associated Press