Tres sobrevivientes fueron rescatados el jueves.
La demolición de al menos seis edificaciones mal construidas dejó a cientos de residentes sin techo. Muchos de los desalojados se quejaron de que no recibieron tiempo suficiente para encontrar otro sitio donde vivir.
Nairobi vive la temporada de lluvias fuertes y las autoridades se han visto forzadas a prevenir otros desastres. Después de que el año pasado colapsaron ocho edificios en el país, y mataron a 15 personas, una auditoría encontró que el 58% de las construcciones en Nairobi no son aptas para ser habitadas.
Ante la gran demanda de viviendas en Nairobi, algunos constructores sin escrúpulos han menospreciado las normas a fin de reducir costes y maximizar beneficios. La mayoría de la población de Nairobi vive en áreas de bajos ingresos o barrios marginales.