Hassan Nasrallah anunció el compromiso a pesar de las fuertes bajas que el grupo chií ha tenido este mes en la lucha en la que participa al lado de las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad en la provincia de Alepo, que se encuentra devastada por la guerra.
En un discurso ante simpatizantes con motivo de la muerte hace 40 días del comandante de Jezbolá, Mustafa Badreddine, en Siria, Nasrallah describió la lucha por la ciudad y provincia más grandes de Siria como la "gran" batalla de la guerra en ese país.
"Aumentaremos nuestra presencia en Alepo", dijo Nasrallah, y agregó que "no hay cabida para la retirada ni la duda".
Jezbolá, un grupo chií que también forma parte del gobierno libanés, ha enviado miles de combatientes en apoyo a Assad en la guerra civil en Siria, país vecino de Líbano. El conflicto armado en Siria ha durado seis años. Más de 1.000 combatientes de Jezbolá han perdido la vida en la lucha.
Nasrallah reconoció que Jezbolá perdió solamente en junio 26 combatientes en la región de Alepo, pero señaló que más de 600 enemigos fueron aniquilados.
Afirmó que la suerte de Líbano se entrecruza con la de Siria e Irak, y agregó que es normal que los combatientes de Jezbolá participen en los conflictos en esos países para proteger al Líbano.
FUENTE: Associated Press