La decisión del Consejo del Estado fue celebrada por la ministra de Sanidad, Beatrice Lorenzin.
Dos familias de Trieste, en el noreste de Italia, habían apelado el requisito municipal de que los niños de 6 años o menos sean vacunados obligatoriamente antes de asistir a guarderías o clases preescolares administradas por la ciudad o que reciban fondos públicos.
El porcentaje de niños vacunados en Trieste había caído por debajo del nivel que funcionarios consideran seguro para la salud pública.
Políticos populistas del partido de oposición Movimiento 5 Estrellas han estado mostrando su apoyo a quienes se opongan a la vacunación, especialmente después de que un programa televisivo estatal cuestionara la seguridad de la vacuna contra el virus del papiloma humano, que ha sido recomendada para niños mayores en Italia. Funcionarios de sanidad de Italia rápidamente insistieron que la vacuna del VPH es segura.