Después de que los bomberos del estado no lograran sofocar las llamas a lo largo de cuatro meses, el Gobierno indio desplegó el fin de semana varios helicópteros de la Fuerza Aérea para descargar agua sobre el fuego, que cubre casi 23 kilómetros cuadrados (8 millas cuadradas) de pinares.
Docenas de incendios seguían ardiendo el lunes, extendiéndose de forma impredecible y poniendo en peligro dos de las principales reservas de conservación de tigres —los parques nacionales de Corbett y Rajaji_, indicó Bhanu Prasad Gupta, miembro del servicio forestal del estado.
Los incendios se han visto agravados por el clima seco de este año, tras dos años consecutivos de monzones escasos, según las autoridades.
Desde febrero, las llamas se han extendido a 13 distritos y arrasado amplias extensiones de bosques en Uttarakhand, dijo Gupta.
El denso humo complicaba las tareas de extinción.
"Estamos teniendo problemas para poner la situación bajo control", dijo Gupta.
Cuatro hombres fueron detenidos el fin de semana, sospechosos de provocar incendios forestales para despejar tierras para construir, indicó el lunes el ministro federal de Medio Ambiente, Prakash Javdekar.
El gobierno no permitirá el empleo de tierras forestales para otro propósito, afirmó.
"No se permitirá que nadie traspase o desvíe ni una pulgada de tierra forestal", afirmó Javdekar.
Los expertos esperan que el número e intensidad de los incendios aumente con la llegada de la temporada cálida, que seca los bosques y agrava la sequía.
India también sufre este año los afectos del fenómeno climático de El Niño, que ha empeorado la sequía y aún podría debilitar los monzones de este año, que se espera comiencen en junio.
Es probable que los incendios empeoren los ya altos niveles de contaminación del aire en el norte de India.
FUENTE: Associated Press