Funcionarios de Downing Street indicaron que la persona que hizo la llamada afirmaba ser el director de la GCHQ, Robert Hannigan. Cameron puso fin a la llamada cuando tuvo claro que se trataba de un engaño. En la comunicación no hubo filtración de información delicada.
Las autoridades agregaron que alguien hizo una llamada el domingo por la mañana a la GCHQ y obtuvo el número de teléfono celular de Hannigan.
"El número del teléfono móvil facilitado jamás se utiliza para llamadas que implican información clasificada", señalaron las autoridades a través de un comunicado.
Todos los departamentos del gobierno fueron alertados ante la posibilidad de que reciban llamadas similares, y las autoridades emprendieron la revisión de los protocolos de seguridad.