El presidente, François Hollande, dijo durante la ceremonia en Versalles que se tomarían medidas para asegurar el anonimato de los policías, que se han visto conmocionados por el incidente y se sienten amenazados en su vida civil.
Los agentes fuera de servicio podrán ir armados, indicó Hollande, sin dar más detalles.
El presidente condecoró de forma póstuma a las dos víctimas, el policía Jean-Baptiste Salvaing y la administrativa policial Jessica Schneider, como caballeros de la Legión de Honor, el máximo honor que entrega el país.
Hollande también criticó los insultos que suele recibir la policía, y describió a los agentes como "centinelas de la República".
Francia permanece en estado de excepción, declarado tras los atentados de París en noviembre, en los que murieron 130 personas.