Los jueces de ética de la FIFA dijeron que Najeeb Chirakal estuvo involucrado en "varios pagos antiéticos que realizó a nombre de una tercera persona a varios dirigentes del fútbol entre 2009 y 2011".
No quedó claro si esos dirigentes que recibieron el dinero también son investigados.
Bin Hammam fue presidente de la Confederación Asiática de Fútbol y uno de los máximos dirigentes de la FIFA entre 2009-11. Como una figura poderosa del fútbol, ayudó a Catar a conseguir la sede de la Copa del Mundo de 2022.
Chirakal fue hallado culpable de sobornos y corrupción, ofrecer regalos, conflictos de interés y no cooperar con la investigación.
Chirakal trabajaba en Catar con Bin Hamma, quien recibió una suspensión vitalicia en 2012.