Las exportaciones mostraron un crecimiento inesperadamente sólido del 1,5%, tras la caída del 12,5% en julio, y supone el primer avance mensual desde 2014, según datos conocidos el jueves.
La noticia es un signo positivo para el gobierno chino, que intenta proteger millones de empleos que dependen del comercio. La mejora en las importaciones sugirió que la renqueante demanda interna china podría estar recuperándose.