Las lealtades tribales a menudo son un barómetro de la afiliación partidaria a nivel local, pero la votación también era vista como una prueba para el partido Fatá, al que pertenece el presidente palestino Mahmud Abás. La organización política está golpeada políticamente y manchada por el nepotismo.
Incluso sin la participación del movimiento rival Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, se prevén enfrente desafíos importantes para Fatá de parte de algunos candidatos independientes con gran apoyo tribal.
El portavoz de la comisión electoral, Fared Tomallah, precisó que en los comicios están en juego unos 390 consejos, de los cuales 145 son disputados por varios candidatos. Los resultados serán anunciados el domingo.
Fatá y Hamas debían competir en elecciones el año pasado, tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza, pero con ambos movimientos rivales descalificando a los candidatos del otro, Fatá decidió seguir adelante solo con las elecciones en Cisjordania, en un intento por renovar su legitimidad.
No ha habido elecciones presidenciales ni parlamentarias desde 2005 y el mandato de Abbas finalizó oficialmente hace mucho tiempo.
El primer ministro palestino, Rami Hamdallah, dijo que Hamas evitó que sus miembros participaran en las elecciones y pidió a su nuevo liderazgo político que acepte un gobierno de unidad nacional seguido de elecciones generales. El portavoz de Hamas, Fawzi Barhoum, dijo que fue Fatá el que excluyó a Gaza y a Hamas porque no estaban interesados en una asociación política.
FUENTE: Associated Press