La Fiscalía General y la policía informaron que unidades especializadas de la policía y de la fuerzas armadas realizaban un patrullaje en el cantón Cuntán, en el municipio de Izalco —departamento de Sonsonate— a 65 kilómetros al oeste de la capital, cuando fueron atacados por presuntos pandilleros que se habían refugiado en un predio de la iglesia del lugar.
En intercambio de disparos murieron dos presuntos pandilleros en el patio de la iglesia y otro más cayó cuando trató de huir ya herido, señalaron los reportes oficiales. No se reportan heridos por el lado de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades señalaron que a los delincuentes, a los que asoció a la pandilla Barrio 18, se les incautó dos armas nueve milímetros y una escopeta de fabricación artesanal.
Esta zona de Izalco es asediada por grupos de pandillas que han emigrado de la ciudad y hasta han obligado a los campesinos a abandonar sus casas.
En lo que va del año se han registrado más de 470 balaceras entre las fuerzas de seguridad y grupos armados asociados a las pandillas, en las que murieron 429 criminales y otros 234 han sido capturados, según las autoridades.
En un esfuerzo encaminado a combatir a las pandillas, el gobierno puso en marcha desde abril una serie de medidas extraordinarias como el estado de emergencia en siete cárceles y aisló a sus cabecillas para evitar que desde prisión sigan ordenando homicidios, extorsiones y otros delitos.
También desplegó un contingente de policías y militares para recuperar y controlar los territorios con mayor asedio de las pandillas.
Según las autoridades, las pandillas están integradas por más de 70.000 jóvenes y adultos a las que se responsabiliza de la mayoría de los crímenes que se cometen en el país.
Más de 13.000 pandilleros están presos y sus cabecillas han sido enviados a un penal de máxima seguridad en donde permanecen totalmente aislados y no se les permiten visitas.
FUENTE: Associated Press