El varón, identificado sólo como J. B., fue detenido para ser interrogado. La fiscalía explicó que tenía antecedentes y un historial de problemas psiquiátricos.
Las autoridades investigan si el incidente registrado en los alrededores del centro comercial City 2 estaba relacionado con el terrorismo o era una falsa alarma, explicó el fiscal de Bruselas, Rym Kechiche.
Un segundo hombre, sospechoso de llevar en coche a J. B. hasta el lugar de los hechos, también está siendo interrogado.
J. B. telefoneó a la policía a las 05:30 de la madrugada diciendo que había sido secuestrado y le habían colocado un artefacto explosivo que podía ser detonada a distancia por otra persona, dijo Kechiche.
El sospechoso informó recientemente a la policía que había sido reclutado para unirse al grupo extremista Estado Islámico en Siria, pero la fiscalía no fue capaz de ratificar o desechar su afirmación, agregó el fiscal.
Las autoridades hallaron un auto que respondía a la detallada descripción ofrecida por el hombre estacionado en una calle en la zona de Schaerbeek de la capital belga.
A raíz de la alerta de seguridad, el primer ministro del país, Charles Michel, cambió su agenda matinal y se convocó una reunión del centro de crisis.
Peter Mertens, vocero del centro de crisis, dijo que no se ha modificado el nivel de alerta en el país.
"Este nivel, y las medidas que lo acompañan, es ya alto", explicó Mertens. "La situación de esta mañana no tiene repercusión en las medidas existentes".
Policías con la cara cubierta y soldados equipados con cascos fueron vistos patrullando alrededor de al menos una de las entradas al centro comercial City 2. En la zona había también autos policiales y un equipo de artificieros. Algunas entradas a una estación de metro cercana estaban también bloqueadas y el tráfico subterráneo se vio alterado.
Bélgica está en estado de alerta, que supone que un ataque es posible e inminente, desde los atentados extremistas del pasado noviembre en París. Algunos de los autores de esa masacre eran ciudadanos belgas o habían vivido en la ciudad. El pasado 22 de marzo, ataques contra el aeropuerto y el metro de la capital belga causaron 32 fallecidos.
El país ha estado especialmente alerta durante la última semana tras una serie de detenciones y redadas policiales vinculadas a supuestos ataques terroristas.
Durante el fin de semana, las autoridades acusaron a tres hombres de delitos relacionados con terrorismo tras dos días de registros y la detención de 40 personas en el marco de una importante investigación que, según apuntaron, requirió una "intervención inmediata", por temor a un ataque inminente.
___
Raf Casert en Bruselas contribuyó a este despacho.
FUENTE: Associated Press