El fenómeno hizo crisis esta semana cuando unos cinco kilómetros cuadrados de playa quedaron parcialmente cubiertos por machas que fueron limpiadas por la comunidad y la Armada. El despeje se hace sin maquinarias para no dañar a las machas vivas que se enterraron en la arena y que pueden ser devueltas al mar cuando se retire la toxina.
"Como gobierno, la salud y el empleo será una prioridad para nosotros... Se pondrán a disposición los medios necesarios para ir en ayuda de los pescadores artesanales", dijo Bachelet al anunciar el estado de catástrofe, que agiliza la distribución de recursos para despejar las playas.
Añadió que se entregarán tarjetas a las familias más afectadas para que adquieran alimentos.
La zona afectada se extiende por unos 350 kilómetros entre las costas de Valdivia y Castro.
La marea roja es un incremento desmedido de micro algas que pueden causar cambios en el color del agua. Son el comienzo de la cadena alimenticia marina ya que son absorbidas por moluscos que filtran el agua. En ocasiones este aumento exagerado es nocivo y cuando los mariscos o crustáceos son consumidos por el hombre puede ocasionar diarrea y un fenómeno de parálisis que, en casos extremos, puede causar la muerte.
La Armada informó la víspera que muchos mariscos han vuelto al mar, donde el índice de marea roja sigue siendo alto y sólo disminuiría en un par de meses.
Los mariscos que llegan al terminal pesquero de Santiago, desde zonas libres de marea roja, han duplicado su precio.
FUENTE: Associated Press